Escribir un poema es como atrapar un pez. Adilia Lopes.
Tragaluz editores. Pasta blanda con solapas. 234 páginas. Estado 9.5 de 10.
Yo conocí la obra de Adília Lopes cuando estaba escribiendo mi tesis de maestría sobre el humor en la literatura portuguesa. Y, confieso, no me gustó. (�) Me ofendió su ironía, el que fuera poco ceremoniosa ante el sufrimiento y la soledad; me ofendió lo que parecía ser violencia psicológica contra la mujer que ella es, esa sátira recurrente de un universo femenino carente de afectos; me ofendió la desfachatez con que desarmaba las reglas simplonas de las relaciones humanas y nos dejaba expuestos a todos, a través de sí misma, al ridículo.
Pero esa fue tan solo mi primera lectura. aprendí a amarla con el tiempo, como pariente que estuviera a punto de morir. �Es necesario haber sufrido, es necesario haber engordado mucho para entender a Adília Lopes, dije años más tarde en el libro que le escribí.